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martes, 31 de agosto de 2010

La Tragedia y la Comedia son mellizas

¿Han tenido ganas de hablar alguna vez de algo y de repente se aparece el pretexto idóneo? Eso es lo que me ocurre a mí al celebrar el primer año al aire de un programa de televisión.

Al parecer la historia de El Empujón, el noticiero matutino de Proyecto 40, no tiene nada más un año de vida, si tenemos en cuenta que ha existido un proceso desde que su titular Salvador García Soto inició el concepto de El Weso junto con Fernando Rivera Calderón y su equipo.

Fue en el año 2005 cuando este programa inició sus transmisiones por WRadio, emisora perteneciente al Grupo Televisa, y aproximadamente dos años después, cuando tanto El Señor Periodista (García Soto) como el Duende Preguntón (Christian Ahumada) salieron del programa en medio de una densa nube de especulaciones: que si les habían recortado el presupuesto y no podían pagarles a todos, que si querían que el Duende y sus preguntas fueran bajas en calorías, que si había habido conflictos entre las formas de ver el periodismo entre compañeros (esta última, inventada por mí en este momento)... que si la emisora se quería adjudicar la creación del personaje del mencionado duende, en fin, muchos dimes y diretes.

El caso es que al poco tiempo, García Soto y Ahumada aparecieron con sus respectivos personajes en el noticiero Contraportada que Carlos Loret de Mola conducía para Radio Fórmula. Más adelante El Señor Periodista concibe La Chuleta, su propio noticiero de corte similar a El Weso (noticias, música y humor) junto a su mancuerna El Duende, acompañados ya entonces por Javier Risco, y por La Sonora Chuleta-Pepe Navarro y Enrique Canales- en la parte musical.

Poco tiempo después pilotearían una versión televisiva titulada De Buenas a Primeras en la que se integraría la actriz Monserrat Marañón, para que posteriormente se presentara como proyecto acabado: El Empujón para Proyecto 40.

Cabe mencionar que este no es el primer intento de mezclar noticias con parodia política. No podemos olvidar otra mancuerna similar, compuesta por un periodista y un actor: Carlos Pascual y Pedro Kóminik en sus delirantes Operíticas para el noticiero Séptimo Día, conducido por Ciro Gómez Leyva y Denisse Maerker; trabajo por el cual recibieron junto a su productor Alejandro Aguirre "El Machín", el Premio Nacional de Periodismo en el 2001 en la categoría de Caricatura Política, cuando todavía era CNI Canal 40.

Este par de artistas fueron pronto absorbidos por Televisa y retitularon su trabajo como La Grillópera, para tener breves apariciones en los noticieros de Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola y Adela Micha.

No conformes con esto, los televisos movieron cielo, mar y tierra para llevarse a Brozo, personaje nacido en Imevisión (hoy TVAzteca) en la década de los 90´s, y quien gozaba de un éxito enorme con su informativo El Mañanero en el mismo canal 40.

Luego de los problemas legales por los que cruzó el canal, Víctor Trujillo 'Brozo' aceptó la oferta y se mudó a Televisa para seguir haciendo el programa, y literalmente cargó con todo, pues dicen que hasta se llevó técnicos y demás colaboradores, como condición de que su programa siguiera siendo 'el mismo'.

Posteriormente en el gobierno de Vicente Fox, en pleno ejercicio de la libertad de expresión y con la recién estrenada ilusión de democracia, TV Azteca lanzó Los Peluches, y Televisa ofreció La Parodia, programa de crítica política que después derivó el El Privilegio de Mandar, donde destaca la figura de Christian Ahumada, mejor conocido como El Duende Preguntón. (Se rumora que dicha serie fue mandada quitar directamente por Gobernación, dadas las condiciones en las que el actual presidente ascendió al poder.)

¿Qué ha pasado ahora con esos grandes personajes como Pascual, Kóminik y Trujillo? El primero se ha convertido en un respetado referente de la empresa, actual ganador del Premio Grijalbo Centenario en la categoría de novela histórica, guionista de algunos capítulos de Gritos de Muerte y Libertad -producción de Televisa para el Bicentenario de la Independencia-, guionista de la segunda temporada de Mujeres Asesinas, y libretista de Las Tandas del Centenario, obra que, a iniciativa personal de Pedro Kóminik, después de un larguísimo proceso de investigación, intenta recuperar el teatro de revista y la crítica social en tiempos de festividades patrioteras. Para este último trabajo, Kóminik, por un lado cantante de ópera y por otro, actor de cabaret recibió la beca del FONCA el año pasado.

Sin embargo hay quien dice que, a pesar del innegable talento de estas dos personalidades, el compromiso con el que se habla en dicha obra está 'deslavado', ya que está avalado por el gobierno con el sello de los festejos oficiales y por lo tanto no va más allá de una linda propuesta artística... pero al respecto ya podré comentar más ampliamente cuando vaya a verla.


Por otro lado está Víctor Trujillo, quien luego de permanecer un rato con El Mañanero en Televisa, y después del fallecimiento de su esposa y productora, intentó "volverse serio" y deshacerse del personaje de payaso alburero para tener su espacio noticioso titulado El Cristal con que se mira, mismo que no tuvo la misma aceptación y obligó a su titular a tomar posesión de la barra nocturna y volver a pintarse la cara para hacer el semanario llamado El Notifiero.


En este año 2010, tal vez porque los colores del disfraz de Brozo coinciden con los del lábaro patrio, Víctor Trujillo trae de vuelta una nueva versión de El Mañanero, mismo que al parecer sustituiría a El Matutino Express, programa espantoso que también hizo un intento grotesco de meterle risa a la noticia, teniendo a Esteban Arce y 'El Estaca' -comunicadores de la desaparecida estación radial WFM (100%Televisa)- como titulares... por cierto que ahí tenía su espacio muy bien plantado Fernando Rivera Calderón en la editorial musical, y también por ahí apareció de pronto el mismísimo Carlos Pascual como 'conductor interino', antes de la polémica manifestación de ignorancia y homofobia que finalmente estuvo a punto de llevar a Arce FUERA DEL AIRE.


Ahora que El Mañanero 2010 se transmite en horario que hace competencia directa con El Empujón, dicen que Trujillo ha perdido seguidores. Yo casi casi me cuento entre ellos, pues aunque es un hombre muy inteligente y estudiado, está muy lejos de la transparencia con la que parecía llevar su trabajo años antes. Es un hombre preparado, culto, pero hay ocasiones en que su programa parece una escuela de albures, y distrae o abarata las noticias en momentos. ¿Qué maldición pesará sobre Televisa que todo lo que toca lo convierte en oro...pero de muy bajo kilataje? ¿Qué puede hacer para quitarse de encima esa imagen de la dupla Azcárraga=Partido en el Poder? No todo es lana en el mundo, y preocupados por la apariencia, enviciados por seis décadas de hacer televisión, como que de creatividad, nomás nada. Todo luce impecable, pero espantosamente plástico, a pesar de las buenas intenciones.


Así que luego de hacer un poco de memoria, llega el momento de preguntarme, ¿qué puede pasar con la gente de El Empujón, de Salvador García Soto? ¿Lo puedo imaginar engrosando las filas de la Televisora más grande de Latinoamérica y bajándole dos -o más- rayitas de intensidad a petición de los directivos? ¿Será que Fernando Rivera Calderón seguirá sintiéndose contestatario por habérsele prohibido cantar la cumbia del Himno Nacional en su espectáculo cabaretero La Venida de los Insurgentes? Me queda claro por qué ya no están juntos...


Yo no sé ustedes, pero yo quiero creer en este nuevo equipo. Si bien no me gustan mucho ciertos personajes, ciertas canciones, y la impresión que me deja un mal sabor de boca, de estar haciendo muchas cosas "al ahí se va"; lo cierto es que la persona de Salvador García Soto, también columnista del periódico El Universal, merece todo mi respeto por sus agallas y su trabajo tan profesional. Lo mismo puede decirse, aunque en menor medida de Christian Ahumada, cuyo talento es equiparable al de Los Polivoces de antaño, pero con mucha menos experiencia y callo para la improvisación. Segura estoy de que va a crecer, y para muestra de lo bien que puede hacer las cosas, está su logradísimo trabajo con El Duende.


Pepe Navarro y el maestro Canales, quienes se hacen llamar Los Curuleros de San Lázaro, son también buenos en lo que hacen, pero es que tal vez no se han visto de lejos, al igual que Monserrat Marañón.


No es lo mismo estar frente al toro, que pagar un boleto de entrada, lo cual hago yo en este caso, pero precisamente porque creo que mezclar humor con malas noticias no sólamente es acertado, sino urgente en estos tiempos, es que sigo pagando mi apuesta por este proyecto que recién cumple un año al aire. Quiero felicitar a los implicados, y espero que entiendan la dimensión del compromiso que adquieren al estar frente a las cámaras con un género tan delicado como es la comedia, en momentos tan trágicos como los que vivimos hoy.


*

jueves, 7 de enero de 2010

Calderón, Arce y otras bellezas

Últimamente me la he pasado haciendo trabajo de escritorio en casa, mismo que me permite estar al tanto de la red y de las cosas que empiezan a tener eco en las redes sociales, y como desde hace tiempo he estado queriendo hablar de ello, creo que ha llegado el momento.

El día de ayer nuestro presidente envió un mensaje a la nación con motivo del año nuevo, y claro, como era de esperarse, el mismo debería estar cargado de esperanza y optimismo para que la gente que le cree todo a la tele, y que lamentablemente es una buena parte de la población, se estuviera tranquila y siguiera pensando que si el efe lo dice, por algo habrá de ser.


Escuchar a Felipe Calderón con su acento mezcla de político tradicional y sacerdote de pueblo, no sólo fue un insulto para mis oídos, sino que un descarado escupitajo en el rostro: me remonté a la primaria, con los ojos bien blanquitos y el alma buena, pequeñita, con mochila en la espalda y vestida de blanco el lunes para la ceremonia, escuchando a la nefasta de mi directora hablando hipócritamente de los héroes que nos dieron patria, creyéndomela todita y soñando con algún día alcanzar la altura moral de alguno de ellos.

Sin embargo ya no soy esa niña: tengo los ojos amarillentos por la sobreexposición al estudio y al sufrimiento, el alma buena desgarrada y en reconstrucción permanente, mujer adulta, con mi propia historia en la espalda y vestida de negro porque así me gusta. Ahora escucho hablar del hiper-mentado Bicentenario, esa celebración contra la cual tengo una afrenta personal, esa celebración que le roba tiempo y recursos a lo verdaderamente importante, esa celebración de la cual no quiero formar parte y de la cual no me puedo salvar del todo.


Sé que me he propuesto este año nuevo defender lo que quiero hacer de mi vida contra viento y marea, y que si el año pasado parecía quijotesco tener pensamientos positivos ante tanta adversidad, en este año la aventura es poco más que kamikaze, pues la situación del país está en pleno retroceso, el futuro se vislumbra en medio de paraísos fiscales y de especulación de la bolsa, más pobreza, más violencia, más planes sin escrúpulos para cuidar que la riqueza siga quedando en manos de los mismos de siempre, mientras que el resto somos meros espectadores de un montaje macabro.


¿De algo habrá servido el "Maratón Guadalupe Reyes"? Si usted lo acostumbra y se avienta la borrachera y el despilfarro desde el 12 de Diciembre hasta el 6 de enero, ¿ya está listo para enfrentar una cruda...? ¿Una muy cruda, crudísima realidad? Puede que no, por eso hay que irse de mezclilla al trabajo todos los viernes, y no dejar la sanísima costumbre del "viernes social" con los amigos de parranda, la chela del fin de semana o el pisto del mediodía, ¿o no?


El Zeitgeist* de nuestro tiempo está repleto de frivolidad, acelere y evasión. Cuenta de ello la dan los dos ritmos de moda entre las clases sociales más populares: el reggaetón y el duranguense: si todo ritmo de baile tiene que ver con las pulsiones del cuerpo, y concretamente con la pulsión sexual, este par resume la furia y la prisa con que los individuos quieren acercarse sexualmente entre ellos: ¡tacatatán!, movimiento frenético, sudor, exhibicionismo, ausencia de vínculo emocional, hedonismo puro. Y si entramos al detalle de las letras, habría motivo de discusión de otro post completo, el cual de antemano prometo.


Tampoco quiero decir que los tiempos del danzón eran mejores, pues la insatisfacción sexual de los individuos no tiene que ver con qué tan recatados y prudentes o aventados y locos sean los bailes de la época, sino con esa ausencia de vínculo afectivo que cada vez existe menos entre la gente no sólo para irse a la cama, sino para todo tipo de relación humana: de amistad, de trabajo, incluso de sangre.


El caso es que estamos culturalmente enfermos, contaminados, nos ha atacado un extraño virus más difícil de estudiar que el mismísimo AH1N1 que tanto dio de qué hablar en tiempos recientes. Son unos pocos los que valoran más el dinero que la vida, por eso es que los secuestros en todas sus modalidades son el negocio de moda. Nuestras calles ya claman por ver sangre en la portada de un periódico y tetas en la foto de al lado.


¿Quién nos llevó a agotar como chacales los diarios de nota roja y las revistas pornográficas de la más baja calidad? ¿Es que el pueblo pidió todo esto siempre y generosamente nos fue otorgado, o es que en realidad fue estratégicamente creada esa necesidad de sangre y semen mezclados en un mismo coctel? Somos todo lo que vemos, lo que oímos, lo que decimos y lo que creemos, somos lo que consumimos y lo que nos acostumbramos a demandar así no sepamos qué consecuencias trae eso. De ahí que el caso Esteban Arce sea un ejemplo importante en estos momentos:


El tipo en cuestión es un señor de esos que se quieren sentir jóvenes buena onda toda su vida, pero que en el fondo están más frustrados y amargados que nada. Yo lo escuchaba en mi época de secundaria en WFM, cuando junto a Jorge, El Burro Van Rankin conducía un irreverente programa. Después saltaron a Tele Hit con su programa El Calabozo, que era divertido por lo novedosa que de alguna forma resultaba su irreverencia... bueno, yo tenía poca edad y menos actitud crítica entonces, por eso me divertía. Ahora es titular de un programa que es mezcla de noticiario y revista, El Matutino Express, en donde poco a poco ha ido cobrando una fuerza de audiencia impresionante.


El asunto es que recientemente se habla de un programa que salió en diciembre del año pasado, en donde se la pasó cuestionando si la homosexualidad era "normal", súper metido en la necia de que no lo era, de que es una perversión, así, igual de cerrado que Serrano Limón en sus mejores tiempos. Por supuesto que entre la comunidad LGBT tuvo un impacto tremendo, y también entre aquellos que no pertenecemos a ella, pero que igual defendemos el derecho a tener la preferencia sexual que a uno le plazca.


Luego, por si fuera poco, en otra emisión se atrevió a hablar mal de José Saramago -por mucho, uno de mis escritores favoritos, con una visión y un talento que ya quisieran tener muchos-. El tal Esteban no lo bajó de "comunista recalcitrante", demeritando su obra y los premios recibidos como si él tuviera toda la verdad en la boca, y atacando desde su tribuna a "la izquierda de todo el mundo" como lo peor que le pudo pasar a la humanidad, diciéndonos hasta "lo que hay que leer"...


¡¡¡Bueno, pero es que entre éste y Calderón nos quieren ver como una bola de niños vestidos de blanco en ceremonia de lunes!!! ¡¡¡Gargantúa y Pantagruel, para todos ustedes!!!


Luego, en una crítica un tanto...mmm...apasionada a mi parecer, el estudioso de la televisión Álvaro Cueva, "defiende a Esteban Arce por ser homofóbico", diciendo que es un escándalo planeado, que todos nosotros somos unos exagerados por criticarlo a él y no al Cardenal Norberto, quien desde su posición política-religiosa, ha atacado sin miramientos la nueva ley que permite el matrimonio gay en México. Cueva dice que no hay que ser, que Arce es "es una criatura vulnerable con otro tipo de antecedentes, es alguien ideal para esta clase de escándalos". Puede ser, yo respeto la opinión del señor Álvaro, pero si es muy difícil tirarles a las escopetas, lo es mucho más tirarle a un tanque de guerra.


Empezar a denunciar por medio de la red, que empieza a ser el único recurso en el que se puede ser crítico y libre en muchos aspectos, es una oportunidad que debemos aprovechar para que cualquiera que piense que puede insultar a quien se le dé la gana sólo porque tiene el poder de un medio masivo, se lo piense dos veces, así que si esta vez le tocó a Esteban Arce, pues que asuma las consecuencias de no cuidar su grandísima bocota, y cual Reina de Corazones de Carroll, ¡que le corten la cabeza!... al menos del programa.

-¡¡Qué hermoso país seríamos si cada quien se hiciera responsable de lo que dice y de lo que puede provocar en los otros!! Habría muchos menos corazones rotos, me queda claro...o al menos sanaríamos mucho más pronto...-

Y bueno, que no se trata de darle fama al baboso este, ni de un escandalito de esos que se olvidan con el tiempo, no. En la televisión están sucediendo cosas muy graves, y si nadie abre los ojos y dice: "aquí ya se pasaron de la raya", vamos a seguir teniendo la basura de programas que vemos todos los días.


Y perdóneme, señor Cueva, pero en su programa del 28 de noviembre usted mismo denunció a los programas que hacen burla de las minorías, yo le aplaudí su valor y en unos minutos supe que había sido víctima de la delincuencia. Esa cadena de sucesos me aterró de entrada, soñé feo, ya para qué le cuento... pero me hizo pensar mucho en qué tan valientes debemos ser, qué tan unidos debemos estar tanto "los más respetados comunicadores de nuestra nación", como los que nada más tenemos un bloguito ahí...


Hay que decir las cosas, ya sea que quienes opinamos diferente a la mayoría tengamos un "tercer ojo" o no, que quienes estemos a favor de la libertad de expresión siempre y cuando se haga con argumentos inteligentes, seamos amargados o no: hay que decirlo.


El supuesto humor que se maneja en este programa y en tantos otros de las dos grandes televisoras del país, es el que nos pone una verdadera cortina de humo para que sigamos riéndonos de nuestros propios problemas, de nuestras propias carencias, pensando que todo está bien como está, que lo que está mal no está en nuestras manos, y que la risa es la única forma de sobrevivir ante el holocausto al que nos están orillando nuestros gobernantes.

Yo no digo que haya que perder el sentido del humor, pero insisto una vez más: ¿dónde vemos eso que nos hace reír? ¿de dónde viene eso que se ve tan bonito? ¿qué pretención hay detrás de tanto trabajo y gasto de producción?

Entre programas como El Matutino Express, TV de Noche y otros tantos, aunados a la magna celebración del dichoso Bicentenario, estamos hasta el fondo del hoyo, pero no conformes, aún le escarbamos más.




*Clima intelectual y cultural de una era