lunes, 8 de febrero de 2010

Deuda #2: El crimen perfecto

Así es, queridos lectores. Una deuda más de opinión tiene que ver con el sonadísimo caso de Salvador Cabañas, futbolista paragüayo del equipo de primera división de México, propiedad de Televisa y famoso por perder la mayoría de las veces: el Club América.

Caso por demás curioso este del deportista: una madrugada de un lunes de enero, alguien le disparó en la cabeza en el interior del baño de hombres de uno de los más prestigiados centros nocturnos de esta ciudad capital: el tristemente célebre "Bar-Bar"

Curioso porque el famoso lugar era punto de reunión obligado para la gente más nice de la sociedad capitalina: en ese sitio los clase medieros sabíamos que no entraba cualquier hijo de vecino, ya que resguardado por simiescos cadeneros como en casi todo centro VIP, sólo entraba gente con buena pinta y que pudiera pagar un nada accesible cover y un poco más que excesivo costo de consumo en el interior. Por eso, los ciudadanos comunes como esta que escribe, pasábamos frente a la fachada de este sitio desde nuestro transporte público e imaginábamos la vida nocturna que en su interior seguramente se ponía buenísima.

No es casual entonces que en mencionado espacio se pudiera encontrar fácilmente a un jugador famoso que no entrena los lunes, y a un joven empresario con guaruras, muy amigo del gerente del lugar, cuya cuenta esa noche arañó los 17 mil pesos* y que fue registrada como "cortesía de la casa"(víctima y agresor, respectivamente).

El caso tiene las características de cualquiera de los mejores programas de detectives como La Ley y el Orden, y la información del mismo nos las han ido dando a cuentagotas desde todos los medios de comunicación habidos y por haber -a una amiga le llega el estado de salud del futbolista directamente a su celular-.

¿Qué tiene el "Caso Cabañas" que a todos ha atrapado? Bueno, si lo vemos fríamente, tiene todo para ser un exitazo mediático, un entretenimiento asegurado para el pueblo que ha seguido la telenovela del atentado que afortunadamente no mató al futbolista. Permítanme hacer un recuento de datos:

-El mismo día en que fue baleado, alguien publicó una supuesta foto del recién herido (la sangre vende, y mucho, ya lo sabe usted). Luego dijeron que era un montaje, pero mientras tanto, ya había vendido muchos periódicos y revistas.

-El Bar-Bar tenía cámaras de vigilancia en su interior, así que se había grabado una parte muy cercana a los baños en donde se veía al agresor, una escultural rubia, el futbolista y su mujer. También estaba el supuesto co-partícipe de los hechos, a quien la policía confundió en el video con un criminal que ya estaba preso hacía varios días... el tono gracioso de la nota fue ver al Procurador de Justicia pidiendo disculpas por haberse equivocado...una vez más. Por desgracia esta policía nuestra parece de mentiritas...

-Luego una mujer famosa por sus curvas y por haber pertenecido a una de las emisiones del Big Brother en México, anuncia que el supuesto agresor es el padre de su hija... carcajada que nos conecta directamente a la prensa rosa y de espectáculos... que si sí es, que si no es, que si así se llama, que si no...

-Por si fuera poco, al mentado JJ, el joven empresario que no fue cateado al entrar al bar por ser amigo del gerente, entrando por lo tanto armado; nadie sabe dónde está ni cuál de sus tantas identidades pueda estar usando para huir de la justicia. ¡Vaya, que ni Leo DiCaprio en “Catch me if you can”!

-Y bueno, si nos vamos al asunto serio, un relajo con la bala que hasta este momento sigue alojada en la cabeza del pobre hombre, todo un caso médico que hará del especialista que lo atiende toda una eminencia bien cotizada si logra salvarle la vida como al parecer lo ha estado logrando. Los informes médicos no se quedan atrás en rating, y hasta clases de neurología nos dan los noticieros para que entendamos con peras y manzanas lo que está haciendo el doctor que lleva el caso.

-¿Creía usted que eso esa suficiente? ¡Pues no! Actos de fervor religioso y fanatismo pambolero han sido nota del día también, gente que duerme afuera del Hospital Ángeles del Pedregal, en donde alguna vez tuve la oportunidad de trabajar, y que es uno de los más caros de la ciudad...por supuesto que al no poder contribuir con una ayudita económica pa'l jugador Cabañas, la afición le brinda su apoyo moral: escenas que me conmoverían si no supiera que toda esa gente no tiene una vida propia, y como ellos, muchos sólo esperan que a otro le pase algo para que su triste existencia empiece a cobrar sentido. Misas en estadios, veladoras, rezos, familias enteras derramando lágrimas mientras visten la chillona playera amarilla con azul y ostentan letreros de apoyo o fotografías de quien ahora llaman "su ídolo".


¿No cree usted que este caso tiene mucho de perverso y loco? Pero es tan interesante que hasta yo estoy escribiendo de él en mi blog, y aún no termino.


La gente realmente se ha unido a la causa Cabañas, y advierto que usaré un tono sarcástico a continuación, para no confundirlos: la telenovela sobre la situación en Haití ya no está tan interesante como esta que llegó para volverse un clásico: hay que ver qué dice el médico, se aprende de medicina y descansa el alma al saber que el herido va progresando, vemos a la banda americanista demostrando como siempre por qué es la mejor afición del mundo, por su gran corazón, por su entrega al equipo... y si no se es americanista, se respeta que haya una vida en juego y tal vez uno haría lo mismo si estuviera internado alguien del equipo al que le uno le va. Y si se odia al equipo del América (como hay muchos), de todas maneras se sigue morbosamente la noticia, no importa si sana o no, importa saberse la novela al dedillo y enterarse de qué va a pasar en el capítulo de hoy.


Ah, pero tampoco hay que descuidar el avance de la justicia, Salvador Cabañas es un ídolo del pueblo, y no vamos a descansar hasta que se castigue al culpable. Aquí seguiremos entretenidos con este asunto, pues no vale la pena hablar de los jóvenes acribillados en Chihuahua ni de la violencia en Ciudad Juárez, al cabo eso es cosa de todos los días y la vida de Chava no tiene precio. Con que se encuentre al JJ y se resuelva este caso que ya quisiera haber escrito Alfred Hitchcock, nos damos por bien servidos. La guerra contra el narco no se va a acabar todavía, aún queda mucha sangre que nos van a dar de comer los periódicos todos los días por mucho tiempo porque ni quién detenga al Presidente, ahora Chava es lo que importa, mientras en todos los noticieros no se deje de hablar dél.


Qué tristeza me da la gente, qué afán de darse topes ante el bombillo cuando justo detrás del mismo está la ventana para poder salir, aunque claro, está más lejos y es más peligrosa... ¡y con los ventarrones que se han visto últimamente...!

*1,289.03 USD al día de hoy

Deuda #1: Haití

Después de un tiempo de estar ausente del blog, ya fuera por la ausencia de servicio de red en casa, o por exceso de trabajo mal pagado, vengo a vaciar unas cuantas ideas que han habitado mi mente los últimos días, y las cuales asumo literalmente como deudas de opinión. Inicio:

A todos nos sorprendió el terremoto en Haití, y esto les vino que ni pintado a las economías del mundo, pues ya necesitaban de algo más hacia dónde mover el dinero diferente a los pretextos para guerras o a las pruebas nucleares. Gran tragedia ésta: un país sumido en la pobreza, la ignorancia y el olvido, carne de cañón para las malas conciencias que ven oportunidad de delinquir o de aprovecharse de la necesidad ajena. "Tierra de nadie", como lo han llamado casi todos los noticieros. Sin otra ley que prevalezca sino la del más fuerte. Uno llega a pensar que el "milagro" de un niño sonriente saliendo de entre los escombros empieza a no tener sentido cuando la muerte de la que fue arrebatado prometía muchísimo más que la vida a la cual se le trae de regreso.

No pasaron muchos días para que ya se hablara de robo de infantes, trata de personas y propuestas de adopción para los más de 300 mil huérfanos que ya tenía el país antes de ocurrido el terremoto. Antes de esto, nadie había volteado a ver a Haití. Conozco personas que cuentan incluso no haber sabido que existía un país con este nombre hasta antes de lo acontecido...

Mucho qué pensar al respecto, mucho qué decir de las personalidades del espectáculo y la política internacional que se han sumado a la causa de un país casi primitivo con un semblante de compasión más que de verdadera preocupación... pero no los juzgo: es que no queda más opción que la caridad en casos tan horrendos como este de nuestro tiempo.

Qué pena que la gente se refiera a ellos como "pobres negritos", desde la posición de ser blancos, con cierto nivel de estudios y con algo que echarse a la boca tres veces al día, pero ya está, así es la cosa: he aquí las diferencias de este mundo en donde unos piden ayuda y otros quieren ayudar, no hay de otra, hay que hacerlo. Los niños de Haití no son los de Somalia, se encuentran en el continente americano, tal vez con idioma distinto al español, pero al fin cercanos y eso hace una gran diferencia. No pensábamos que tan cerca nuestro pudiéramos ver una tierra perdida con gente hambrienta de comida y de educación.

¿Qué hay del ejército norteamericano en el lugar y las declaraciones de los principales mandatarios comunistas del continente? ¿Es realmente una invasión lo que se esconde atrás de las supuestas buenas intenciones de ayuda? ¿Hay, en todo caso, alguna sobreanía que defender aún? Si es así, ¿a costa de qué? ¿Se hará cargo el gobierno de Obama de la colonización de ese lugar para reactivar su economía de manera importante? ¿Tiene alguna importancia el hecho de que el 90% de la población sea de color? ¿Qué futuro les depararía al término de este gobierno a los supersticiosos y destruidos sobrevivientes de Haití?

Comparada con la tragedia que vivimos en 1985 en mi país, lo que ha pasado en la isla antillana no tiene precedentes. Los expertos dicen que se tardarán al menos cinco años para reconstruir un país cuyo gobierno ha optado por la fuga, cuyas calles son una selva de asfalto en donde igual conviven mujeres embarazadas, huérfanos, ancianos y más de mil ex presidiarios que escaparon de una cárcel en ruinas. Incontables heridos muriendo por falta de alimento y medicación, familias que luchan por salir hacia otras tierras como refugiados, en fin, una debacle de la que habrá todavía mucho por decir en lo sucesivo, y para la cual ninguna ayuda será suficiente. Estamos ante un pueblo que al parecer ya no podía estar peor antes del sismo... pero la vida nos da sorpresas... y la naturaleza se cobra muy caro el peso de nuestros pies sobre su piel de piedra.


No olvidemos a estos seres humanos, que otras noticias no nublen esta tragedia, que no sea nota de costumbre el ver a los reporteros "arriesgando su vida en Puerto Príncipe" con tal de llenar un espacio informativo, que no sea suficiente un magno concierto internacional, que si lo único que está en nuestras manos es la caridad, hagamos eso. Yo sé que la economía de los ciudadanos de a pie a veces no nos da ni para eso, pero por si cuesta trabajo creerlo, ellos son humanos, no son animales. Tienen como todos nosotros, los de acá, de este lado, la capacidad de hacer un mundo bueno o malo desde las cenizas, sólo por esa posibilidad de demostrar una vez más lo que el aparente amo del planeta puede hacer, no hay que dejarlos solos: podrían sorprendernos como ya me sorprendieron a mí los miembros de una orquesta de música haitiana, tocando con mirada perdida en medio de la desesperanza, rescatando del polvo el arte para una vez más demostrar por qué es importante poseer un pulgar oponible a diferencia de otros primates.


http://www.yucatan.com.mx/noticia.asp?cx=99$2801010000$4239065&f=20100203


http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=486041


¡Arriba, amigos haitianos! I:´(


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