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sábado, 23 de mayo de 2009
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martes, 5 de mayo de 2009
Últimas reflexiones sobre el virus de la Influenza

- Según los científicos, los virus son mortales, que en efecto la gripe es algo que hay que temer debido a su alta contagiosidad, y que hay que estar más pendientes de ciertos detalles para cuidar nuestra salud.
- Según la historia, no es la primera vez que se da algo de esta naturaleza en el mundo, hay bacterias que han matado a poblaciones enteras y esto probablemente tenga algo que ver con el nuevo orden mundial, ya sea provocado artificialmente o de manera natural.
- Según los religiosos, están previstas más plagas para la humanidad debido al descuido y la falta de respeto y consciencia que ha tenido siempre con el medio ambiente que le rodea; de tal modo que brotes dañinos como este de ahora, sirven para hacer pensar un poco más en todo aquello que hemos venido olvidando, y que es crucial para la vida en armonía.
Pero la perspectiva desde donde uno mira las cosas, tiene que ver no sólo con nuestra historia personal, sino con la memoria colectiva y sobre todo, con la preparación académica o especialización que uno tenga. Por ello, para los matemáticos, biólogos y químicos, el problema tiene importancia desde cierto ángulo, mientras que para los sociólogos, antropólogos y psicólogos, por ejemplo, tiene una importancia de índole distinta.
En mi caso, al estar desde siempre interesada por el estudio de las Humanidades antes que de las Ciencias Duras, mi interés era de entrada conocer las reacciones de la gente, sus manifestaciones culturales, artísticas y sociales, habiendo encontrado en ellas innumerables casos de ingenio, miedo, ignorancia y desprecio por quien piensa distinto.
Algunas personas insistían en preocuparse por las víctimas fatales, y a mí me importaba más el pensar en lo que haríamos nosotros, los vivos; por ello siempre me mantuve un tanto escéptica de la gravedad del asunto, pero sin dejar de estar constantemente informada, actualizándome en los noticieros e investigando por otras fuentes.
Por eso, al día de hoy mi postura no descarta la importancia de ser conscientes del virus y el cuidado que hay que tener para llevar una vida sana; sin embargo sigo inclinándome a preocuparme más por la ventaja que ciertas personas vayan a tomar de esta situación, de la escasez de agua que va a agravarse muchísimo ahora que mucha gente se baña dos veces al día y se lava las manos otras cincuenta. Me preocupa no el hecho de que usemos cubrebocas con caritas pintadas o mascarillas antigases muy discretas, sino lo fácil que será encubrir las identidades de personas que se dedican a delinquir, por ejemplo, o la discriminación que se agudizará hacia la gente de pocos recursos, indigentes, niños de la calle y personas en general que no tienen acceso a la salud pública.
Ese tipo de cosas también hay que preguntárselas, socialmente es muy duro entrar en una crisis como esta que estamos viviendo, el costo es muy elevado. No ignoremos también lo mucho que esto va a afectar a la economía de las microempresas, por ejemplo cuando los pequeños restaurantes o fondas tengan que cerrar si no pueden acatar la orden de la distancia que debe haber entre comensales. ¿Qué pasará con los comerciantes informales? Hasta ahora no supe que les fuera prohibido poner sus tianguis y puestos callejeros, al menos no en la mayor parte de la ciudad, en donde los mercados siguieron su rutina habitual, aunque con menos clientela.
Los doctores seguirán teniendo el privilegio de ser una de las profesiones más demandadas por los estudiantes y por la población en general para alivio de sus males (con lo arrogantes que son la mayoría ¬¬). Y estoy segura de que tal vez mis hijos en su vejez podrán ver los resultados del estudio del Genoma Humano, mismos que pueden ser quienes salven al hombre de perecer a causa de los bichos... sin embargo seguirá habiendo muertos, siempre debe de haber muertos antes... pero también injusticia, desigualdad y negligencia. Que estado de salud de las personas no vaya a ser un pretexto para restringir -todavía más- el acceso a las fuentes de trabajo o al despido injustificado de los empleados en ciertos casos.
Sé que habrá muchas cosas que empezarán a cambiar y a hacerse visibles, ojalá me esté equivocando...en dos días regreso a la Universidad y voy a sentir muy feo que alguien no quiera ni darme la mano. "Tendremos que acostumbrarnos a ello", dicen los expertos, pero ¿qué otras manifestaciones para demostrar afecto habrá si debemos evitar, en lo posible el contacto físico? ¿Habrá que conformarse con las tarjetas virtuales y los correos electrónicos? ¿Se pondrá de última moda el cybersexo como una alternativa al contagio?
Yo no lo sé, pero por lo pronto este es el último post que escribo de corrido sobre el tema, ya que ha roto el récord de cinco entradas consecutivas en este blog y quisiera hablar de alguna otra cosa. Ya veremos el curso que toma el fenómeno, mientras tanto, ¡a preguntarse cosas! Creo que se va a poner más que interesante.
viernes, 1 de mayo de 2009
El primer brote de una segunda epidemia
